Blogia
MACONDO

Recensión, 001.- 07.

Javier Marías, Todas las almas.
Círculo de Lectores, 2003, p. 135.

Estoy escribiendo el mejor libro que jamás se haya escrito sobre Laurence Sterne* y su Sentimental Journey. Me dirás que eso no importa mucho, o a poca gente, y que no sirve en exceso para sentirse... esperado. Pero me importa a mí. Yo adoro ese libro, y me importa que se lo comprenda bien, y comprenderlo yo, según lo voy estudiando otra vez y os lo voy explicando: yo me espero a mí mismo. No, no es la jubilación, en modo alguno. Desde hace años veo pasar los días con la sensación de descenso que todos los hombres sienten más pronto o más tarde. No depende de los años exactamente, hay quien la tiene desde que es niño, hay niños que ya la sienten. Yo la tuve pronto, hace unos cuarenta años, y llevo todos esos años permitiendo a la muerte acercarse, y me da pánico. Lo grave de que la muerte se acerque no es la propia muerte con lo que traiga o no traiga, sino que ya no se podrá fantasear con lo que ha de venir. Yo he tenido lo que se llama comúnmente una vida plena, o así la considero yo. No he tenido mujer ni hijos, pero creo haber tenido una vida de conocimiento, que era lo que me importaba. Nunca he dejado de saber más de lo que sabía antes, y es indiferente dónde quieras poner ese antes, aunque sea hoy, aunque sea mañana.

[En este párrafo continúan su conversación los interlocutores de las páginas reseñadas inmediatamente antes de esta].

* Autor también de las novelas: La vida y las opiniones del caballero Tristam Shandy y de Los sermones de Mr. Yorick, de las que poseo un ejemplar en mi biblioteca con traducción y notas, precisamente, de Javier Marías. (1ª edición en Alfaguara, 1997).

0 comentarios